Volume 13, No. 1 
January 2009

 
 

José Ramón Calvo Ferrer


 
 

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Financial Translation
 

La ironía en el discurso financiero y su traducción

José Ramón Calvo Ferrer
Universidad de Alicante

«With an evening coat and a white tie, as you told me once,
anybody, even a stock broker, can gain a reputation for being civilized»
Oscar Wilde, The Picture of Dorian Gray)

 

Resumen

No son pocas las ocasiones en las que el ser humano expresa ideas mediante diversos actos de habla sin emplear los significantes que habitualmente cabría esperar para ello. Este modo de proceder, tan confuso o tan evidente, dependiendo de los oídos que alcance y para el que se dice que los británicos poseen un gusto exquisito, se pone de relieve cada vez que respondemos con un «¡con mucho gusto!» al encargo de una incómoda tarea o un «¡no me digas!» ante una información ya conocida.

La ironía, muestra evidente de la capacidad del ser humano para llevar a cabo complejas acciones mentales de importante envergadura y densidad, supone, no obstante, un serio problema para la labor del traductor. El trabajo que sigue es una aproximación descriptiva a aquellos elementos irónicos presentes en la tipología textual financiera inglesa que pudieran suponer una dificultad en su trasvase terminológico a la lengua castellana. Por medio de un análisis exhaustivo de los significantes tras los que se ocultan, se intentará llevar a cabo un estudio tanto de su significado real como de los procedimientos empleados para su formación.

Para ello, se ofrecerá en primer lugar una aproximación al objeto de estudio, el componente irónico y su presencia (o ausencia) en un artículo ilustrativo de la mencionada tipología textual. Posteriormente, se analizará la traducción al castellano dicho artículo, haciendo especial hincapié en aquellos elementos examinados y en la idoneidad del texto resultante 


1. Introducción

o son pocas las ocasiones en las que el ser humano expresa ideas mediante diversos actos de habla sin emplear los significantes que habitualmente cabría esperar para ello. Este modo de proceder, tan confuso o tan evidente, dependiendo de los oídos que alcance y para el que se dice que los británicos poseen un gusto exquisito, se pone de relieve cada vez que respondemos con un «¡con mucho gusto!» al encargo de una incómoda tarea o un «¡no me digas!» ante una información ya conocida.

Resulta de especial relevancia que el traductor sea poseedor de las aptitudes lingüísticas necesarias para lograr captar la voluntad irónica del hablante e interpretarla de forma adecuada.
La ironía, muestra evidente de la capacidad del ser humano para llevar a cabo complejas acciones mentales de importante envergadura y densidad, supone, no obstante, un serio problema para la labor del traductor. El trabajo que sigue es una aproximación descriptiva a los elementos irónicos presentes en el lenguaje de las finanzas en lengua inglesa a través del análisis del texto «Nauseating Ways to Get Rich», extraído de la revista de carácter divulgativo The Motley Fool, que pudieran suponer una dificultad en su trasvase terminológico a la lengua castellana. Por medio de un análisis exhaustivo de los significantes tras los que se ocultan, se intentará llevar a cabo un estudio tanto de su significado real como de los distintos indicadores tras los que ocultan su componente irónico.

Para ello, se ofrecerá en primer lugar una aproximación al objeto de estudio, el componente irónico y su presencia (o ausencia) en la tipología textual financiera inglesa y castellana. Posteriormente, se ofrecerá una visión general de los indicadores de la ironía a través de distintos autores y perspectivas y, una vez realizado este análisis, se ofrecerán ejemplos concretos extraídos del texto seleccionado junto con su traducción al castellano, haciendo especial hincapié en aquellos elementos puestos de relieve y en la idoneidad del texto resultante en el marco de la tipología textual económico-financiera de la cultura receptora.


2. Aproximación al objeto de estudio

2.1 Consideraciones previas

De forma tradicional, la ironía se ha entendido principalmente como el expresar lo opuesto a lo que realmente se dice. De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española, se entiende la ironía desde una doble acepción: por una parte, como «burla fina y disimulada» y, por otra, como «figura retórica que consiste en dar a entender lo contrario a lo que se dice». Atendiendo al primero de estos planteamientos, cabe cierta discrepancia al considerar que la ironía ha de entenderse más como broma que como burla, puesto que la burla posee un carácter hiriente cuyo objeto es poner en ridículo a personas o cosas, mientras que la ironía posee un componente humorístico que en ocasiones hace partícipe al propio sujeto ironizado. Por tanto, no se debe caer en el error de confundir la ironía con la burla.

En palabras de El-Madkouri (1994:395), «la ironía es generalmente compañera del humor mientras que la burla lo es del sarcasmo». Por otra parte, consideramos que la ironía se presenta a través de complejos procesos mentales, en absoluto mediante la mera inversión de simples significados lingüísticos. Evidentemente, si la verdadera naturaleza de la ironía fuera dar a entender exactamente lo contrario de lo que se dice, la dificultad traductológica sería mínima y los problemas de ella derivados casi inexistentes.

 

2.2 Sobre el lenguaje de las finanzas en lengua inglesa

De acuerdo con Mateo (2007:191-203), el lenguaje financiero en lengua inglesa posee una gran influencia sobre el resto de lenguas del mundo dada su indiscutible condición de lingua franca en el ámbito de los negocios. De este modo, el lenguaje financiero inglés posee un carácter práctico que hace uso de «todo tipo de recursos gramaticales, semánticos y pragmáticos para hacerse entender entre un mayor número de ciudadanos», adquiriendo inevitablemente un cierto carácter coloquial que facilita la comprensión de los conceptos subyacentes al mercado financiero.

Por el contrario, los textos financieros en lengua española «siguen siendo oscuros y complejos», con escasa transparencia para el receptor no especializado, poniendo de relieve la enorme diferencia entre el lenguaje de las finanzas en español y en inglés. De acuerdo con Mateo, son tres las características principales del lenguaje de las finanzas en inglés: el empleo de registros coloquiales y populares, la presencia de un marcado sentido del humor y la presencia de un fuerte sentido metafórico. En consonancia con ello, tal y como se puede comprobar en el análisis textual presentado más adelante, observamos una reiterada presencia de la ironía en la tipología textual financiera inglesa, que, contraviniendo en cierta medida los rasgos típicos del lenguaje financiero español, se ha traducido respetando el tenor y el tono del texto original.

 

2.3 Sobre el enunciado irónico

Entre los distintos enfoques pragmáticos que han estudiado la problemática de los enunciados irónicos se encuentra la teoría griceana de la comunicación, que relaciona la ironía con el principio de cooperación. De acuerdo con la teoría comunicativa del filósofo británico H. Paul Grice, la contribución a la conversación ha de ser la adecuada "en razón del contexto en que tenga lugar y de los propósitos y sentido" de la interacción comunicativa entre los hablantes (1975:44-46). Es evidente, por tanto, que la presencia de la ironía en el discurso implica la ruptura de dicho principio. Observemos, por ejemplo, el título del texto analizado para el propósito del presente estudio: Nauseating Ways to Get Rich. Como se puede deducir, el concepto asqueroso, en su acepción «que causa repulsión moral o física», tal y como recoge el DRAE, no se asocia con lo comúnmente entendido como enriquecerse, de modo tal que deducimos (y corroboramos a lo largo del citado texto) su empleo de forma irónica e identificamos la violación de uno de los subprincipios del principio de cooperación, la máxima de calidad, puesto que el concepto carece de veracidad y el emisor no enuncia lo que realmente quiere decir.

La principal dificultad que encierra el enunciado irónico es la inexistencia de una regla reconocida por todos los hablantes que permita identificar de forma correcta su presencia en el discurso. Las ironías surgen de la voluntad de cada hablante, tienen validez dentro del contexto en el que se emiten y a menudo escapan al entendimiento de quien no participa del acto comunicativo en cuestión. Es decir, se interpreta de acuerdo con los conocimientos compartidos por el emisor y el receptor respecto al contexto, sin que encierre rasgo formal evidente y extrapolable que permita calificarlos como irónicos. Por ello, los traductores, habitualmente ajenos al mencionado acto, no logran en ocasiones extraer el significado último de los términos que se les presentan, incurriendo en errores fruto de la literalidad de lo traducido.

De acuerdo con la lingüista francesa Kerbrat-Orecchioni (1980:118-119), desde una perspectiva meramente lingüística, la relación de inversión de significados no se resuelve mediante una relación de antonimia o de antífrasis, sino en una relación contrastiva más amplia en la que concurren hasta seis factores, como el contexto, los agentes, los propósitos, el plan para la consecución de tales propósitos, las acciones y los efectos. A grandes rasgos y de forma general, se puede hablar de una complicidad entre el receptor y el sujeto ironizador. Para que esta complicidad se transforme en entendimiento, tanto receptor como emisor habrán de poseer una concepción de la realidad compartida que permita entender la posición del sujeto ironizador sobre la persona o cosa ironizada.

Según El-Madkouri (1994:396), en los mecanismos de la ironía hay siempre presente un distanciamiento entre la realidad pragmática y la realidad que se deduce de los contenidos de la enunciación. De este modo, el elemento irónico se crea a partir de la oposición entre:

    • La realidad inmanente y la patente.
    • La significación expresa y la no expresa.
    • En la heterogeneidad discursiva.
    • La negación y la afirmación.
    • La ingenuidad y la inteligencia.
    • El humor y la seriedad.

Por otra parte, Schoentjes (2003:135) afirma que es del todo imposible establecer «un catálogo completo de todas las señales que marcan la presencia de la ironía. Sería un ejercicio vano, pues en última instancia cada contradicción, cualquier hecho de estilo, puede constituir un indicador que conduzca al reconocimiento de la ironía».

En lo relativo al proceso traductor, resulta evidente que tanto el componente textual como los factores semánticos, estilísticos y retóricos que lo configuran divergen de una lengua a otra. No cabe duda de que el lenguaje es fiel reflejo de la ordenación del pensamiento social, sujeto en todo momento a las variables contextuales y culturales que le dan forma, por lo que la presencia de la ironía y las dificultades que plantea representan, como se verá a continuación, un obstáculo a la labor del traductor.


2.4 Principales clasificaciones metodológicas del componente irónico

Dado el peculiar carácter de la ironía, son numerosos los estudios realizados acerca de su aspecto formal y los indicadores que dan fe de su presencia en el texto. Alvarado Ortega (2006:3) ofrece una recopilación de las clasificaciones más relevantes:

Por una parte, menciona la propuesta realizada por Muecke (1978), para quien un enunciado se define como irónico en virtud de tres procesos teóricos diferentes: emplear recursos irónicos como la antífrasis, disimular sentimientos de forma positiva (tono de admiración) o negativa (tono pesimista), y hacer uso de marcas que permitan al oyente interpretar de forma correcta el enunciado. Dentro de este último proceso, Muecke realiza una clasificación de los indicadores de la ironía según el modo en que se establece la contradicción entre: texto y contexto, texto y cotexto, y entre aspectos de diferentes textos. No obstante, Muecke (1978:367-368) crea únicamente «una especie de tipología referida a la ironía y, por tanto, no se centra en los indicadores lingüísticos como tales» (Alvarado Ortega, 2006:4).

Schoentjes, por su parte, identifica cuatro tipos de ironía: la ironía socrática, la ironía en las palabras, la ironía en las cosas y la ironía romántica, al tiempo que enumera y ofrece una clasificación de las marcas más comunes de la ironía (2003:135-155), entre las que incluye la mímica y los gestos, el tono, ciertos signos de puntuación, las palabras de alerta, las repeticiones, las yuxtaposiciones, las simplificaciones, los desvíos lingüísticos, los desvíos de sentido (lítotes, hipérbole y oxímoron), el paratexto y la inteligencia. No obstante, como se puede comprobar, el listado propuesto por Schoentjes no establece separación alguna entre entre indicadores lingüísticos y no lingüísticos.

Poyatos (1994:137-141), por otra parte, hace referencia a la estructura triple básica del discurso, compuesta por kinésica, paralenguaje y lenguaje, conformada por una serie de indicadores que permiten al emisor conseguir su propósito comunicativo. Dicho con otras palabras, para la consecución del enunciado irónico, el hablante puede hacer uso de distintos indicadores:

  • Indicadores kinésicos. Son aquéllos que se fundamentan en los movimientos corporales, conscientes o inconscientes, y poseen valor comunicativo, como un guiño, un aplauso, una sonrisa, etc. Por ejemplo, un aplauso exagerado en un contexto inadecuado o un bostezo intencionado son claros indicadores de la voluntad irónica de su emisor.
  • Indicadores paralingüísticos. Son aquéllos referidos a «cualidades no verbales y modificadores de la voz y sonidos y silencios independientes con que apoyamos o contradecimos las estructuras verbales y kinésicas simultáneas o alternantes» (Poyatos, 1994:137). En esta categoría se incluyen elementos como la voz, el tono, el timbre o la intensidad, cuya modulación por parte del hablante puede ser muestra evidente de ironía.
  • Indicadores lingüísticos. Se trata de aquellos marcadores pertenecientes al lenguaje verbal, definido por Poyatos (1994:136) como la «serie de palabras y frases», que dan lugar a la ironía.

Para el propósito del presente estudio, cabe poner de relieve al grupo GRIALE, formado por distintos profesores de lengua española de la Universidad de Alicante, que, en palabras de sus componentes, inició sus investigaciones a finales de 2002 en el campo de la descripción, del análisis y de las aplicaciones de la ironía en español actual desde el punto de vista pragmático con el objeto elaborar una tipología de enunciados irónicos para su posterior aprovechamiento en la enseñanza del español como lengua extranjera.

Actualmente, este grupo lleva a cabo el análisis de los diversos modelos teóricos construidos para la ironía verbal, centrando su estudio en la búsqueda de los recursos que facilitan la interpretación de la ironía por parte del receptor.

Resulta evidente que los indicadores kinésicos y paralingüísticos reservan su presencia fundamentalmente a los textos orales. En el análisis de las producciones escritas, son los indicadores lingüísticos los que adquieren una mayor relevancia. Como hemos visto anteriormente, Schoentjes propone un listado de indicadores de la ironía sin ofrecer separación alguna entre indicadores linguísticos y no lingüísticos que, conciliados con el esquema tripartito sobre la comunicación ofrecido por Poyatos, supone la base de la propuesta del grupo GRIALE y la propia del presente estudio. De este modo, se ofrece a continuación el análisis lingüístico del texto "Nauseating Ways to Get Rich", redactado originariamente en lengua inglesa, junto con la traducción del mismo en lengua castellana, profundizando en las dificultades y particularidades traductológicas que del trasvase de su componente irónico se puedan derivar.


3. Indicadores del componente irónico en el texto «Nauseating Ways to Get Rich» y su traducción al español

De acuerdo con lo mencionado en el apartado anterior, se presenta a continuación de forma esquematizada el análisis del componente irónico en el texto materia de estudio, así como aquellas cuestiones problemáticas surgidas del trasvase del mencionado texto a la lengua castellana. Para ello, tal y como ya hemos indicado, se hará uso de la propuesta planteada por el grupo GRIALE de la Universidad de Alicante, que toma a su vez como base los indicadores de la ironía enumerados por Schoentjes (2003) teniendo en cuenta el esquema tripartito sobre la comunicación propuesto por Poyatos (1994). De este modo, se presentan los siguientes indicadores del componente irónico, su presencia en el texto redactado en inglés, su correspondiente propuesta de traducción en lengua castellana y, en su caso, la explicación del procedimiento traductológico empleado para asegurar la carga irónica en el texto de llegada.

Cabe mencionar, antes de iniciar el análisis del componente irónico y su trasvase a la lengua castellana, que lo que nos ocupa se trata del mero estudio de las formas en las que éste se presenta y que su traducción sirve para ejemplificar y explicar de forma comprensible su significado. En otro tipo de circunstancias, la traducción al castellano del texto propuesto estaría condicionada por numerosos factores que aquí no tienen cabida, entre los que ocupa un puesto de especial relevancia la tipología textual financiera española, cuyos rasgos y características habrían de ser tenidos muy en cuenta para lograr un texto adecuado a las habituales convenciones de destino.

Dicho esto, se presentan los siguientes indicadores del componente irónico, su presencia en el texto redactado en inglés, su correspondiente propuesta de traducción en lengua castellana y, en su caso, la explicación del procedimiento traductológico empleado para asegurar la carga irónica en el texto de llegada.


3.1 Signos de puntuación

En todo enunciado escrito es frecuente la presencia de signos de puntuación. Aunque su principal función es la ordenación de los elementos del texto y no la indicación de la presencia del componente irónico, en determinados contextos pueden ayudar al destinatario del texto a ver el enunciado irónico como tal. Entre éstos, encontramos signos tales como los de exclamación o de interrogación, los puntos suspensivos o, de forma más evidente, el uso de comillas. Veamos los siguientes ejemplos, extraídos del texto analizado:

Consider Seaboard (AMEX: SEB), a transportation company that primarily engages in the production and processing of pork (you know, the other white meat)—a notoriously unacceptable part of the diet of billions of people around the world.

[...] no pierda de vista a Seaboard (AMEX: SEB), una empresa de transporte dedicada principalmente ni más ni menos que a la producción y a la distribución de carne de porcino, tan gran fuente de proteínas que miles de millones de personas de todo el mundo se niegan a incluir en su dieta.

Resulta evidente que una de las mayores dificultades del proceso traductológico se deriva de la existencia de realidades sociales distintas, no tanto de las unidades lingüísticas a través de las que se plasman. En este primer ejemplo, observamos el uso de la tipografía cursiva como marcador ironizante del sintagma "the other white meat". Para poder entender la carga irónica del enunciado, se ha de tener en cuenta dos premisas. Primera, el gusto de los estadounidenses por clasificar todo tipo de productos y situaciones en distintas categorías y tipologías. Segunda, el hecho de que los productores cárnicos de los Estados Unidos deseen incluir sus productos en la categoría de carnes "blancas", reservada a las carnes menos grasas, de donde se deriva que el United States National Pork Board lanzara una campaña considerando la carne de cerdo como "la otra carne blanca". En este caso, el texto, que recomienda la inversión en una empresa de distribución de carne de porcino, ironiza sobre lo curioso de la afirmación dándole al parecer poca credibilidad al enunciado. Dado que en España, aunque sí que existe una clasificación de los productos cárnicos, no existe ni la campaña publicitaria ni la concepción de la carne de porcino como la "otra" carne blanca, su traducción literal no tiene mayor sentido, aún menos utilizada en sentido irónico, por lo que se ha optado por su omisión en el texto de llegada y por la inclusión de elementos compensatorios en otras partes del texto traducido, acordes con el tenor del texto original.


3.2 Palabras de alerta

Igualmente, es marca incuestionable de la ironía del uso de palabras fuera de su registro habitual para «exagerar la fuerza de un enunciado o volverlo sospechoso» (Schoentjes, 2003: 143). Entre estas palabras de alerta, podemos observar a continuación verbos del registro técnico empleados para ofrecer una visión de un hecho de carácter financiero, pero en absoluto especializado:

Bill Barker estimates that Disney has successfully separated him from 50% of all of his income since the birth of his firstborn, though that has rapidly accelerated to the 90% to 130% range now that he has three children.

Bill Barker calcula que Disney ha logrado privarle del 50% de la totalidad de sus ingresos desde el nacimiento de su primer hijo, aunque el porcentaje ha pasado rápidamente a moverse entre un 90% y un 130% ahora que tiene tres hijos.


3.3 Colocación anómala de adverbios

Otro de los indicadores lingüísticos empleados para expresar la ironía es la colocación anómala de adverbios:

Please—I don't want to even think about it.

If you're like most people, you'd prefer to spend as little time as possible thinking about death. How about death as a business proposition?

Ni pensarlo quiero.

Es de suponer que usted, como la mayoría de las personas, prefiere pasar el menor tiempo posible pensando en la muerte. ¿Y si le dicen que la parca es un buen negocio?


3.4 Repeticiones

Del mismo modo, la presencia de repeticiones en un texto suele ser claro indicador del componente irónico. Tradicionalmente, la ironía se hace evidente de forma más clara mediante la repetición continuada de semas, aunque, tal y como se aprecia a continuación, también se presenta en ocasiones mediante distintos términos pertenecientes a un mismo campo semántico:

There are several good reasons to invest in the distasteful and boring. For the ghoulish, it gives you an opportunity to spend more time with your interests and, at the same time, profit handsomely. Also, despite their attractive financials, these firms tend to be overlooked by the broader market. So let's take a look at what's happening in the world of the boring and/or distasteful.

Son varias las razones que impulsan a invertir en mercados poco llamativos. Por su carácter luctuoso, nos dan la oportunidad de disfrutar de nuestros intereses durante un mayor periodo, al tiempo que sus beneficios van aumentando de forma considerable. Por otra parte, pese al atractivo de sus cuentas, el mercado parece ignorar este tipo de empresas. Echemos un vistazo, pues, a la situación actual en el mundo de lo anodino y de lo insípido.

Como hemos comentado anteriormente, una de los principales aspectos a tener en cuenta en traducción es la adecuación textual dentro de la cultura receptora. En este segundo ejemplo observamos que la ironía viene representada mediante la repetición de la partícula negativa. Dada la mayor naturalidad de las unidades fraseológicas complejas en lengua castellana, se ha decidido obviar dicha repetición y mantener la carga irónica únicamente mediante el sintagma "mínimamente atractivo":

And actually not in a remotely cuddly way, either. No, instead you can buy the world's premier manufacturer of ... kitty litter.

[...] ni en nada que le resulte mínimamente atractivo, porque lo que le estamos recomendando es que invierta en el principal productor de arena para gatos.


3.5 Yuxtaposiciones

En estrecha relación con lo anterior hallamos las yuxtaposiciones, es decir, la unión de elementos lingüísticos sin nexo conector que los una, como potencial indicador de la ironía. A través del empleo contiguo de los superlativos "cuddliest" y "friendliest", adivinamos la poca simpatía que despierta en el autor del texto la empresa en cuestión:

Let us compare the cuddliest, friendliest company in the world with whatever we might conceive of as one of the least pleasant: Disney (NYSE: DIS) versus the unassumingly named small cap Oil-Dri (NYSE: ODC).

Comparemos la empresa más adorable, más encantadora del mundo con una de las más desagradables: Disney (NYSE: DIS) frente a la erróneamente denominada "pequeña" empresa Oil-Dri (NYSE: ODC).


3.6 Uso de evidenciales

Dentro del marco discursivo general, los marcadores evidenciales refuerzan lo expresado en el enunciado y presentan como claro y evidente lo afirmado por el emisor del discurso. Sin embargo, existen ocasiones como la presentada a continuación, en la que la presencia de marcadores evidenciales provoca la aparición del elemento irónico, por lo obvio de su certeza y lo redundante de su afirmación:

If you're like most people, you'd prefer to spend as little time as possible thinking about death.

Es de suponer que usted, como casi todo el mundo, prefiere pasar el menor tiempo posible pensando en la muerte.


3.7 Reinterpretación de unidades fraseológicas

Entendemos por reinterpretación de unidades fraseológicas la deconstrucción y reformulación de unidades en el texto cuyo objetivo es, en este caso, la consecución de la ironía por parte del emisor. Veamos el siguiente ejemplo:

And not in some trendy aspect of cats, like solar-powered cat polishers, or new Atkins Diet cat foods.

Eso sí, no piense productos glamourosos para mininos modernos como quitapelos a energía solar o productos dietéticos, [...]

En este caso, se ha modificado la unidad "Atkins Diet Food" incluyendo el sema "cat", lo que conforma una nueva unidad ficticia, con un significado paralelo al encontrado en el mundo real, referente a productos dietéticos para adultos, que ironiza sobre el carácter poco glamouroso del producto financiero recomendado por el autor del texto original.

Como se puede observar en la traducción propuesta, se ha decidido la neutralización de la mencionada unidad puesto que dentro de la cultura receptora española no existen dietas reconocidas de forma mayoritaria por sus integrantes, salvo otras provenientes de mercados angloparlantes, hecho que impide en cierto modo la legitimidad de su uso. En cualquier caso, dado que es el componente irónico el que ha de prevalecer en el texto de llegada, se ha optado por hacer uso del sustantivo "minino" en lugar de "gato", que pretende ser equivalente del tenor irónico del sintagma en cuestión y del texto original en su totalidad.


3.8 Lítotes

Según Alcaraz (2000: 170), la lítotes consiste en «expresar de forma negativa lo contrario de lo que se querría explicar de forma afirmativa». Por tanto, su significado es principalmente contrario a lo expresamente afirmado, convirtiéndose en numerosas ocasiones en claro indicador de la ironía:

It is not closely followed by a bevy of Wall Street analysts (in the sense that it is not followed at all by any Wall Street analyst); [...]

A saber: tiene la suerte de no tener detrás a una horda de analistas (de hecho, pasa totalmente desapercibida en Wall Street),[...]


3.9 Hipérbole

Por otra parte, la hipérbole consiste en exagerar un enunciado, es decir, aumentar o disminuir excesivamente aquello de que se habla. En el siguiente ejemplo se observa la aparición del elemento irónico a través de la presencia de unidades hiperbólicas:

While Disney has a long and proud history of separating parents from their money, the company's recent history has not been rewarding to shareholders.

Aunque que Disney tiene el orgullo de haber abducido los ingresos de generaciones de progenitores, la historia reciente de la sociedad no es que haya dado precisamente demasiadas alegrías a sus accionistas, [...]

Since the end of March 1992, Seaboard has had virtually identical returns to the slightly better known and ballyhooed Microsoft (Nasdaq: MSFT).

Desde marzo de 1992, Seabord ha obtenido virtualmente los mismos beneficios que Microsoft (Nasdaq: MSFT), con la diferencia de que esta última es tan sólo un poco más conocida y sobrevalorada.

En ambos casos queda patente que a través de la exageración de ciertas unidades textuales se pretende poner en alerta al receptor del texto sobre el enunciado en cuestión, ironizando sobre su contenido y reforzando la intención comunicativa del emisor.


3.10 Oxímoron

Por último, encontramos la figura denominada oxímoron, que consiste en citar objetos opuestos dentro de una misma estructura sintáctica y que originan un nuevo sentido o, en palabras de Schoentjes (2003:150), «relacionar dos términos contradictorios y que se excluyen mutuamente». Tal y como se puede apreciar en el propio título del texto analizado, el conflicto entre significados posibilita sin duda alguna la aparición de una fuerte carga irónica:

Nauseating Ways to Get Rich

Maneras desagradables de hacerse rico


5. Conclusiones generales

A tenor de lo expuesto en las páginas anteriores, podemos observar la evidente presencia del componente irónico en la tipología textual financiera en lengua inglesa y la multitud de maneras en las que se presenta. A través de las clasificaciones realizadas por numerosos autores y de los elementos textuales analizados, hemos podido comprobar, por tanto, que la ironía no se fundamenta en el mero hecho de expresar lo contrario de lo que se dice, sino que atiende a otro tipo de procedimientos mucho más complejos de los que emisor y receptor han de ser partícipes y cómplices para que el enunciado irónico no se pierda en el canal comunicativo y alcance a su pretendido destinatario.

Es justamente la dificultad a la hora de identificar la presencia de la ironía en el enunciado lo que supone un importante obstáculo a la hora de realizar el trasvase al castellano de textos pertenecientes a la tipología textual financiera inglesa. Como es de suponer, la incorrecta identificación de unidades fraseológicas con marcado componente irónico no sólo altera el significado del texto, sino que en ocasiones puede expresar lo radicalmente opuesto al significado original.

Dicho esto, resulta de especial relevancia que el traductor, normalmente ajeno al acto comunicativo en el que nace la ironía, sea poseedor de las aptitudes lingüísticas necesarias para lograr captar la voluntad irónica del hablante e interpretarla de forma adecuada, asimilando el contexto en el que se emite y realizando su trasvase siendo completo conocedor de los significados subyacentes a los significantes encontrados.

 

6. Bibliografía consultada

ALCARAZ VARÓ, E. (2000): El inglés profesional y académico, Madrid, Alianza.

ALVARADO ORTEGA, M. B. (2006): «Las marcas de la ironía». En Interlingüística, Nº. 16, pp. 1-11.

EL-MADKOURI, M. (1994): «La ironía y la traducción». En Reflexiones sobre la traducción. Actas del primer Encuentro Interdisciplinar «Teoría y práctica de la traducción». Servicio de publicaciones, Universidad de Cádiz.

GRICE, H. P. (1975): «Logic and Conversation». En P. COLE Y J. L. MORGAN (eds.) Syntax and Semantics, vol. 3: Speech Acts. Nueva York, Academic Press.

KERBRAT ORECCHIONI, C. (1980): L'Enonciation: De la subjectivité dans le langage. Paris, A. Colin.

MATEO MARTÍNEZ, J. (2007): «El lenguaje de las ciencias económicas». En E. ALCARAZ VARÓ, J. MATEO MARTÍNEZ Y F. YUS RAMOS (eds.) Las lenguas profesionales y académicas. Barcelona, Ariel, pp. 191-203.

MUECKE, D. C. (1978): «Irony Markers». En Poetics, 7, pp. 368-375.

SCHOENTJES, P. (2003): La poética de la ironía. Madrid, Cátedra.